¿Qué es eso de los arrastrables?

Igual si escuchas hablar de los arrastrables no tengas muy claro qué es lo que estoy diciendo, en especial si eres de interior y no disfrutas a menudo del placer de la playa. Pero para todos los que a menudo viven el placer de disfrutar de la costa es evidente qué es lo que estoy diciendo.

Hablo de esos hinchables de una, dos o varias plazas que están atados a una pequeña embarcación y que son literalmente “arrastrados” por ella cuando comienza a navegar. Cuanto más rápido va la embarcación, más rápido son arrastrados los hinchables por el agua y más adrenalina supone para los viajeros de los mismos.

¿Es un juego peligroso?

Por supuesto que no. Para empezar, nuestros monitores tienen muy claro qué es lo que hacen y saben muy bien hasta que velocidad pueden poner su embarcación. Aunque puedan fingir que se dejan llevar por la emoción del momento y esperen a que la gente grite pidiendo más para poner el motor al máximo que deben ponerlo con los arrastrables, lo cierto es que no pierden el control en ningún momento.

Ellos saben hasta dónde pueden llegar y cómo tienen que hacerlo para que un arrastrable sea algo muy divertido y con mucha emoción pero en ningún caso algo peligroso. Pero para que nadie se preocupe, los clientes llevan siempre un chaleco salvavidas que se encargará de ponerlos a flote si se caen o el arrastrable vuelca.

Te sentirás como un niño

¿Conoces los juguetes arrastrables para niños? Esos carritos con ruedas, ahora con formas muy modernas y con un cordel del que un adulto tira corriendo para que el niño sienta que va a toda velocidad.

Si miras la cara del niño cuando está ahí sentado percibirás toda su emoción, incluso su nerviosismo. Para él está siendo una experiencia increíble. Pero tú sabes en todo momento cuánto puedes correr para que el niño no corra ningún riesgo.

Pues eso es lo que sucederá con nuestros arrastrables. Tú cederás el control y te volverás a sentir como un niño que es llevado a toda velocidad por su padre. Tu cara de emoción seguramente tendrá poco que envidiar a la del niño que piensa que vuela sobre el suelo de la calle.

Pero en tu caso, lo mejor será que todo transcurre sobre el agua refrescante y que caerte no solo no es malo, puede ser muy divertido y hasta deseable tras un rato al sol.