Pasear en barco es sin duda una experiencia diferente, especialmente para aquellas personas que viven en el interior o que no tienen un barco en el que realizar excursiones de vez en cuando.

Algo tiene el mar que enamora a todos los que lo descubren y una de las maneras perfectas para disfrutar del mismo cuando el tiempo no es el perfecto para darse un baño es alquilando un barco para pasear.

Alquilar un barco con un capitán que lo pilote permite desentenderse totalmente de cualquier responsabilidad del barco y poder centrarse en disfrutar. Los barcos se pueden alquilar por días completos o durante periodos concretos según lo que se desee hacer.

Unas horas navegando pueden ser suficientes para realizar un recorrido que permita disfrutar de Ibiza y sus costas desde el mar, obteniendo una visión de la costa a cierta distancia y muy distinta de la habitual. Comprobarás que la isla es igual de bella desde cualquier perspectiva, pero que siempre ofrece cosas nuevas para descubrir.

Pasear en barco con familia o amigos

Pasear en barco es una actividad perfecta para realizar en familia. Si el tiempo acompaña se puede parar en alguna cala para darse un baño y que los niños agoten sus energías (si es que no son inagotables) jugando en el agua.

Para los mayores puede ser un placer disfrutar de un paseo en el que realizar todo tipo de fotos y conseguir unos recuerdos de las vacaciones verdaderamente diferentes y originales. El barco se puede disfrutar tanto con sol como en un día nublado por lo que puede ser una buena opción para un día en las vacaciones en el que el tiempo no sea el esperado para broncearse en la playa.

También se puede reservar un barco si se va a acudir a Ibiza fuera de temporada y asegurarse así un entretenimiento seguro, que no dependa del tiempo y que seguro que gustará a toda la familia.

Disfrutar del barco con amigos también es una buena opción. Incluso se pueden llevar bebidas y aperitivos para saborear una buena merienda en el mar, ya que todo el mundo sabe que la brisa marina abre mucho el apetito.

Podréis haceros divertidas fotos en cubierta o fingiendo manejar el barco como si fueseis auténticos capitanes intrépidos. Seguro que el capitán no tiene problema en ceder su lugar durante unos momentos para que os llevéis una foto divertida como recuerdo.

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