En las fichas que tenemos en nuestra Web ponemos la edad recomendada para cada actividad. En el caso del Hoverboard esta edad es a partir de los diez años, algo que a menudo sorprende gratamente a quienes quieren contratar un actividad para niños que ya no son tan niños pero todavía no llegan a ser adolescentes.

Estos chicos, vamos a llamarlos así, se encuentran a menudo en un limbo. Soy ya mayores para actividades propias de niños pequeños pero no lo suficiente para poder hacer cosas como conducir una moto de agua.

Y a determinadas edades, la adrenalina ya comienza a llamar a la puerta y quiere su pequeña parcela. Ellos quieren probar, experimentar y disfrutar con cosas “de mayores” pero que sean lo suficientemente seguras para ellos.

Lo logran porque no saben que es imposible

¿Conoces la famosa frase de que el abejorro vuela porque no sabe que no puede? Hace referencia a que este animal en apariencia no podría volar, pero lo hace porque nadie le ha dicho que no es posible.

Pues con los chicos de estas edades sucede un poco lo mismo. Cuando se suben al Hoverboard ellos no lo ven como lo vemos los adultos. No ven las complicaciones, no se fijan en los peros ni se dejan frenar por todo aquello en apariencia tan difícil.

Simplemente, se visualizan haciéndolo y se imaginan a sí mismos consiguiendo las mismas proezas que nuestro equipo. Y lo bueno es que esta actitud hace que muchas veces sean los que más rápido logran volar sobre el Hoverboard.

Combínalo con otras actividades

El Hoverboard es perfecto para celebrar el cumpleaños de tu hijo, una experiencia que no dejará de contarle a todo el mundo y que será sin duda el regalo más espectacular que se le pueda hacer.

Pero si se quiere que la tarde sea redonda se puede combinar con otras actividades, como los arrastrables, que suelen encantarle a todo el mundo sin importar su edad. Solo hay que recordarle al monitor que ellos ya no son niños, son chicos y que puede darle un poco más de caña a la embarcación porque pueden con ella.

No en vano son ya expertos en Hoverboard y han logrado despegar del suelo en un vuelo que muchos adultos pensaban que era imposible, pero que en su imaginación no tenía ningún tipo de límites o de obstáculos.

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