Imagina por un momento: Tu grupo de amigos y tú estáis planeando una tarde de actividades pero comienzan los problemas. Una parte del grupo quiere aventura, adrenalina, pasión, energía y mucha acción. Otra parte del grupo prefiere algo más tranquilo, que suponga un cierto desafío pero que no sea demasiado excesivo. ¿Te suena esto?

La verdad es que la mayoría de las pandillas son heterogéneas, hay gente para todo que dirían, y es complicado poner a todo el mundo de acuerdo sobre qué es lo que hacer en un día especial. Pero, ¿por qué no convertir estas diferencias en un reto?

Nosotros os proponemos una tarde con Paddle Surf y motos de agua. El Paddle Surf es un deporte bastante tranquilo, aunque no exento de emoción y de diversión. Hay que subirse sobre una tabla y navegar usando un largo remo. ¿Parece fácil verdad? Quizás los amantes de la acción piensen que es algo soso, pero ¿cuánto aguantarán sobre la tabla antes de caer al agua?

Posiblemente, una vez que lleguen al mar y traten de cumplir el resto, descubran que no es tan tranquilo como parece y que puede suponer todo un desafío muy divertido en el que las risas estén más que aseguradas.

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Y una vez que nos hemos reído de los aventureros, podemos pasar a la acción pura y dura de las motos de agua… o no tanto. Porque las motos de agua son posiblemente una de las actividades más divertidas que se pueden hacer en grupo pero no todo es correr o realizar giros imposibles.

Sobre una moto de agua también se puede pasear, disfrutar de la brisa contra el rostro y del calor del sol en la piel debidamente protegida. Ver la costa desde el lado contrario al que la observamos normalmente y disfrutar de la visión de calas y acantilados que quizás ni tan siquiera habíamos intuido que estaban ahí.

Antes de lo que se den cuenta, estos tranquilos paseantes comenzarán a sentir como les entra irresistible impulso que les lleva a acelerar un poco más. Quizás sea la visión de un  mar infinito frente a ellos o la fantástica sensación de libertad que las motos de agua producen…pero lo cierto es que raro es el que no se lanza a todo gas aunque sea tan solo por “ver que es lo que se siente”.

Al final, a más de uno hay que llevarlo de vuelta a regañadientes y ya está preguntando cuándo se repite. Y nos referimos a más de uno de cada bando.

 

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