A veces nos toca organizar actividades para grupos a los que solo conocemos de manera parcial. Por ejemplo, con compañeros de trabajo a los que vemos a diario pero con los que mantenemos una relación cordial pero exclusivamente profesional.

¿Qué hacer en esos casos? ¿Cómo acertar sin preguntar a todos y cada uno de ellos qué es lo que les apetece hacer? En ese caso siempre se puede acertar con las motos de agua, una opción que suele encajar con prácticamente todo el mundo.

Para empezar, las motos de agua permiten ir dos personas al menos en cada una. Esto hace que se puedan establecer turnos para conducir si ambas personas disfrutan haciéndolo, pero que si alguien no quiere o no se siente seguro haciéndolo puede ir de pasajero sin problemas. Seguro que siempre hay alguien dispuesto a llevar las riendas.

Las motos de agua convencen a todo el mundo

Pero hay otra ventaja muy importante por la que las motos de agua son perfectas para grupos de personas muy diferentes entre sí: la versatilidad de la actividad. Por un lado, para aquellos que busquen emociones fuertes, se pueden organizar carreras y circuitos haciendo algunas piruetas y giros muy divertidos.

Pero para aquellos que prefieran actividades más tranquilas, se puede ir a ritmo de paseo, pararse a quitar fotos y disfrutar del paisaje mientras el resto de compañeros corren o hacen todo tipo de acrobacias.

Como son cómodas, pueden ir personas de todas las edades y, aunque se recomienda saber nadar como en cualquier actividad acuática, los chalecos salvavidas ayudan en caso de que alguien se vaya al agua por accidente, asegurándose así que flotará y podrá ser recogido.

No es necesario tener una licencia para motos de agua

Las motos de agua, si se alquilan de manera individual, necesitan de una licencia para ser conducidas. Pero cuando se organiza una actividad en grupo con monitores esta licencia no es necesaria.

El monitor se hace responsable de la actividad, enseña a los participantes algunas nociones básicas para que sepan manejar la moto y no hay nada más que saber ni ningún permiso que sea obligatorio tener.

Cualquier persona mayor de 16 años puede participar en estas actividades sin problemas y pasárselo en grande con las motos de agua. Y cada uno puede disfrutarlas de una manera totalmente diferente, siendo compatible con el modo de disfrutar de los demás.

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