Las excursiones en barco son una fantástica manera de pasar un día especial durante las vacaciones. Ibiza es sin duda un escenario ideal para darse uno de estos paseos. Te recomendamos que si vas a alquilar un barco tripulado confíes en alguien con experiencia en la zona, que sepa llevaros a ti y a tus acompañantes a uno de esos preciosos rincones de los que solo saben los que llevan tiempo recorriendo el mar y conociendo la costa ibicenca.
Las excursiones en barco permiten disfrutar de un día perfecto en el que no tiene que faltar de nada: tomar el sol en cubierta, echarse a nadar en el mar abierto o comer en una cala perdida sintiéndose como robinsones perdidos en una isla.
Pero, ¿te gustaría que fuera todavía más perfecto ofreciéndole ciertas dosis de adrenalina? Esto es posible alquilando una moto de agua.
Disfruta del placer máximo en las excursiones en barco
Nosotros nos encargamos de acercar la moto al barco para que no tengas que molestarte en un punto previamente indicado. Así, durante la excursión, podréis disfrutar de paseos en la moto de agua conducida por alguien con los correspondientes permisos.
Pero como copiloto podrá ir cualquiera y os aseguramos de que es prácticamente igual de divertido viajar detrás que conducir, especialmente si quién está al mando sabe lo que hace y es capaz de quitarle todo el partido a la moto.
Incluso si no eres un amante de la adrenalina puedes ser un amante de estas motos de agua, que permiten dar un rápido paseo y ver toda la costa. ¿Te imaginas observar a lo lejos las playas abarrotadas de gente o las calas solitarias?
Es una experiencia fantástica que además te permite tener una visión completamente diferente de cómo son las playas ibicencas vistas desde el punto contrario al habitual, disfrutándolas todavía más con esta doble visión.
Un capricho permisible
La moto de agua es un capricho que os podéis permitir, consulta los precios y luego divide el total por todos los que vais a disfrutarla. Verás cómo por el precio que sale nadie se lo va a querer perder.
Y es que hay pequeños lujos que son grandes en placer y que permiten que las vacaciones sean especiales y distintas incluso si se trata tan solo de una pequeña escapada de un par de días. Lo que cuenta es poder marcar la diferencia y divertirse al máximo.
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