Convertir a tu hijo en piloto al llegar a la edad que le permite serlo puede ser un estímulo increíble para que comience a asumir ciertas responsabilidades.

Al comenzar el bachillerato los niños dejan de ser definitivamente niños y se hacen adolescentes casi adultos. Los dieciséis marcan una frontera invisible y ya no hay vuelta atrás, tu hijo deja definitivamente la infancia y esa primera etapa de la adolescencia para empezar a afrontar responsabilidades propias de una persona mayor.

Por ejemplo, los estudios que elijan en esta etapa de su vida serán determinantes, ya que comienzan a escoger un camino en el que más adelante se desenvolverán profesionalmente. Aunque no nos lo parezca, ellos están pasando por una etapa complicada y llena de sensaciones contradictorias.

Por eso, demostrarles que en esta nueva etapa de la vida no solo hay responsabilidades sino que también hay ciertos premios, es fundamental. Con dieciséis años un chaval puede convertirse en piloto de ciertos vehículos y muchos chicos y chicas comienzan a pedir una moto.

Piloto de motos de agua, diversión asegurada

¿Por qué no ir negociando paso a paso? Quizás puedas prometerle a tu hijo que si aprueba todo estas Navidades, le permitirás sacarse el permiso que le autorizará a llevar una moto de agua, que lo convertirá en piloto.

O, si no le apetece ponerse a estudiar todavía más, puedes regalarle un viaje en moto de agua aprovechando una escapadita familiar a Ibiza, un lugar perfecto para las escapadas en esta época del año, porque la garantía de buen tiempo es casi total.

Ponle ese caramelo en la boca, deja que salga de excursión en una moto de agua y disfrute de la sensación de libertad que esta le va a proporcionar. Se dará cuenta de que crecer es algo más que adquirir responsabilidades, también otorga ciertos privilegios.

Pocos se resisten a una excursión en moto de agua y seguro que tras la experiencia no solo habrás ganado muchos puntos, también le habrás estimulado para poder conseguir nuevos premios gracias a su esfuerzo.

Cumplir y conseguir

Y es que enseñar a los hijos e hijas que cuando ellos cumplen con sus responsabilidades consiguen ciertos privilegios es una manera de estimulación positiva que les ayudará a sobrellevar esta etapa tan complicada para ellos.

Seguro que con este aperitivo estarán deseando aprobar todo en verano para poder volver, esta vez con sus amigos, y disfrutar de diferentes experiencias con nosotros además de repetir con las motos de agua, esta vez presumiendo de los conocimientos previos y de un cierto manejo del que quizás sus colegas carecen todavía.

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